Día 9 (26/11/2016) - Kampong Cham ➞ Kampong Thom ➞ Siem Riep
De Kampong Cham a Kampong Thom
El autobús hacia Kampong Thom salía a las 7:30 de la mañana, de nuevo nos tocó madrugar. Habíamos quedado con el señor del tuk tuk a las 7, porque nos habían recomendado estar unos 15 minutos antes de que saliera el autobús. Aun así, bajamos a recepción para hacer el check-out y nos sobró tiempo para tomar un café, antes de que vinieran a buscarnos. A las 7:15 llegamos a la estación de autobús tal como nos habían recomendado, pero lo que no sabíamos era el retraso que llevaban los autobuses. Hasta ahora habían sido bastante puntuales a la hora de la salida, aunque después tardaban algo más de lo que decían en llegar al destino. Este autobús iba con bastante retraso, justamente era uno de los autobuses que necesitábamos que fueran más puntuales, porque queríamos hacer una visita entre medio. Finalmente, salimos con una hora de retraso. Esperábamos que este retraso no nos impidiese ver Sambor Prei Kuk.
Llegamos sobre las 12 a Kampong Thom y allí estaba esperándonos un tuk tuk, el amigo del tuktukero de Kampong Cham. Nos dijo que compráramos el billete de autobús para después ir a Siem Riep. Como no sabíamos a que hora lo íbamos a coger, nos dieron un billete sin hora. Subimos al tuk tuk y nos pusimos cómodos para el trayecto que teníamos por delante, cerca de una hora para llegar a los templos de Sambor Prei Kuk. Por el camino fuimos viendo de nuevo gran cantidad de arrozales y casitas hechas de madera. Como ya nos habían advertido, parte del camino era por tierra y estaba lleno de baches. Antes de llegar a los templos había un puesto de control, donde tuvimos que pagar la entrada de 3$ por persona para visitar los templos.
Cuando paramos el tuk tuk al llegar a los templos, un grupo de niñas se nos echó encima para vendernos pañuelos y guías del lugar. No quisimos comprar nada, ya que, era un grupo de 6 o 7 niñas y no íbamos a comprarle solo a una. El señor del tuk tuk nos dijo que podíamos ir a visitar los templos tranquilos, que él nos guardaba las mochilas. Además, nos dejó una guía de los templos y enseñándonos el mapa, nos dijo cual era el mejor recorrido a seguir para poder verlo todo. Con nuestra cámara, la mochila pequeña y la guía, nos pusimos en marcha para visitar el conjunto de templos preangkorianos más importante del país. Esta zona fue la capital del imperio Chenla durante el reinado de Isanavarman, durante el siglo VII.
Sambor Prei Kuk - Prasat Sambo
Empezamos a visitar los templos de Sambor Prei Kuk por Prasat Sambo, el conjunto más cercano a donde nos había dejado el tuk tuk. Todos los templos de esta zona estaban literalmente en medio de la selva. Actualmente han limpiado de vegetación el lugar, aun así, los templos tienen parte de su superficie tapada por la vegetación. Lo primero que vimos es que estos templos no estaban muy bien cuidados. Aunque por lo que habíamos leído antes de llegar a Camboya, ahora estaban mejor que hace unos pocos años atrás. Incluso habíamos leído, que había zonas donde había letreros de no cruzar, porque no estaba limpia de minas antipersonas. Por suerte, actualmente no queda ninguno de estos letreros. Desde que la UNESCO puso Sambor Prei Kuk en la lista provisional de Patrimonio de la Humanidad, han comenzado a conservar mejor el lugar.
Sambor Prei Kuk - Prasat Sambo
Este conjunto de templos fue construido entre los siglos VII y X, y está dedicado a Gambhireshvara, una encarnación de Shiva. Debido a los años que este lugar estuvo abandonado y los bombardeos que hubo aquí contra los jemeres rojos, muchos de los templos están en bastante mal estado. Solo en Prasat Sambo hay cerca de 20 templos, aunque como pudimos ver, la mayoría de ellos están semiderruidos y solo son un montón de piedras. Por suerte, algunos están bien conservados y pudimos ver como eran. En algunos de ellos vimos que estaban apuntalados para aguantar la estructura y pudimos mirar en el interior, donde conservaban en peor o mejor estado una estatua de Shiva.
Sambor Prei Kuk - Prasat Sambo
Sambor Prei Kuk - Prasat Sambo
Sambor Prei Kuk - Prasat Tao
Después de ver el primer conjunto, seguimos el mapa que nos habían prestado y empezamos a caminar por un sendero que discurría por la selva. Por el camino nos cruzamos con unas turistas chinas, ya no éramos los únicos que estábamos en Sambor Prei Kuk. Son pocos los turistas que se acercan hasta este lugar y lo estábamos comprobando. Caminamos unos 10 minutos hasta llegar al segundo conjunto de templos, llamado Prasat Tao. Como habíamos visto en Prasat Sambo, el conjunto está rodeado por una pequeña muralla y tuvimos que buscar donde estaba la puerta originalmente, para acceder al conjunto.
Sambor Prei Kuk - Prasat Tao
En Prasat Tao los templos estaban peor conservados que en Prasat Sambo. En total se han encontrado restos de 18 templos, pero apenas unos pocos se encuentran en pie. El que estaba en mejor estado era el templo central. Este fue uno de los templos que más nos gustó de Sambor Prei Kuk. El templo de los leones, por las estatuas de leones que hay en la entrada, es también el que da nombre al conjunto Prasat Tao. Dedicamos la mayor parte del tiempo visitando el templo de los leones y después recorrimos el resto del conjunto. En la zona también vimos lo que debió ser un estanque y algunos templos semiderruidos.
Sambor Prei Kuk - Prasat Tao
Sambor Prei Kuk - Prasat Tao
Sambor Prei Kuk - Prasat Trapeang Ropeak
Salimos de Prasat Tao y seguimos el camino. Antes de llegar al último complejo de templos, tomamos un desvío a la derecha, para ver un pequeño conjunto de dos templos llamado Prasat Trapeang Ropeak. El primero de estos dos templos, tenía un aspecto similar a los que habíamos visto hasta ahora, donde podían distinguirse unos bajorrelieves de Shiva en las paredes. El segundo nos llamó más la atención. Un árbol parecía nacer del propio edificio, prácticamente la mitad del templo estaba cubierto por este árbol. Parecía realmente que había sido engullido por la selva.
Sambor Prei Kuk - Prasat Trapeang Ropeak
Sambor Prei Kuk - Prasat Trapeang Ropeak
Sambor Prei Kuk - Prasat Yeai Poeun
Todos los conjuntos de templos están relativamente cerca unos de otros, apenas tardamos otros 10 o 15 minutos en llegar a Prasat Yeai Poeun, el último de los conjuntos de templos. Este es el más numeroso de los tres conjuntos, albergando 22 templos. Por otro lado, también era el que vimos más invadido por la naturaleza, lo que le daba un punto más salvaje y natural. Por este motivo es el que más nos gustó. Como los otros dos conjuntos, había un pequeño muro que rodeaba el complejo. Tuvimos que buscar una puerta para cruzarlo, en este caso la puerta estaba apuntalada para que no cediera la pieza horizontal.
Vimos que este conjunto era quizá el que tenía más templos en pie. Con esto no queremos decir que fuera el mejor conservado de los tres, pero sí que nos pareció que era el que tenía más edificios, que más o menos mantenían su estructura. Aunque muchos de ellos estaban semiderruidos como en los conjuntos anteriores. En Prasat Yeai Poeun, vimos que los templos tenían bastante más vegetación que en los dos anteriores. Seguramente esto se debía a que, habían empezado la conservación por los otros conjuntos, dejando este para el último.
Sambor Prei Kuk - Prasat Yeai Poeun
Sambor Prei Kuk - Prasat Yeai Poeun
La puerta opuesta por la que habíamos entrado estaba atrapada por las raíces de un gran árbol, esto nos llamó mucho la atención. Cuando acabamos de ver el complejo nos pusimos en dirección al parking, por el camino encontramos a los segundos turistas que vimos en este lugar. Realmente visitar este lugar en soledad fue genial, solo estuvimos nosotros, unos templos con más de mil años y la naturaleza.
Sambor Prei Kuk - Prasat Yeai Poeun
Sambor Prei Kuk - Asram Eisei Temple
Cuando llegamos al parking, el señor del tuk tuk nos dijo que al otro lado había un último templo que teníamos que ver. Naturalmente le hicimos caso y caminos en la dirección que nos indicó. Apenas tardamos otros 10 minutos en llegar a Asram Eisei Temple. Un templo que estaba totalmente atrapado por las raíces de un gran árbol. Como la puerta de Prasat Yeai Poeun que acabamos de ver, las raíces de un gran árbol se habían apoderado de este pequeño templo. Debido a que era un lugar húmedo, la puerta estaba repleta de mosquitos y otros insectos. Hicimos unas cuantas fotos como pudimos, intentando que los mosquitos no nos picaran demasiado, antes de volver junto al tuk tuk.
Sambor Prei Kuk - Asram Eisei Temple
Sambor Prei Kuk - Asram Eisei Temple
Sambor Prei Kuk - Countryside
En el camino de vuelta llegamos a una bifurcación, nuestro tuktukero nos dijo que si en vez de volver por el mismo camino que habíamos venido, preferíamos ir por el otro camino y ver el "countryside". Lo pensamos unos segundos y le dijimos que sí. Supusimos que el señor del tuk tuk, entendía que los 21$ que habíamos acordado era mucho para el servicio que había prestado y quiso compensarlo enseñándonos los alrededores de la ciudad. Este camino estaba más bacheado que por el que habíamos venido, pero compensaba poder ver los grandes campos de arroz que había. Pudimos ver a un grupo de trabajadores en los campos de arroz bajo el sol, algunos se nos quedaban mirando y otros nos saludaron.
Sambor Prei Kuk - Countryside
A mitad de camino nos paramos para hacer algunas fotos y tuvimos una de las situaciones más anecdóticas del viaje. Un chico que iba en bicicleta se paró, cuando acabamos de hacer fotos, se acercó a nosotros diciéndole al señor del tuk tuk que esperara. Entonces con mucha timidez quiso hablar un poco con nosotros en inglés. Nos contó que estaba estudiando inglés y quería practicar un poco. Nosotros que no tenemos un gran nivel de inglés y el chico tampoco, unido a su gran timidez, no salimos de las típicas preguntas ¿Where are you from?, ¿What is your name? y ¿How old are you?. Después de la corta charla con el chico, volvimos a ponernos en marcha. Unos pocos metros más adelante nos encontramos con unos monjes que estaban arreglando la calzada, uno de ellos estaba realizando un tipo de misa o rezo. Nuestro tuktukero se detuvo, se bajó para rezar y dejar algo de dinero a los monjes.
Después de este curioso camino de vuelta, llegamos de nuevo a la estación de autobuses. La señora que nos había vendido los billetes por la mañana, nos dijo que todavía faltaba una media hora para que pasase el siguiente autobús. Preguntamos si había un sitio cerca para ir a comer algo rápido, eran más de las 4 de la tarde y solo habíamos comido unas galletas. Nos indicó un restaurante que había cruzando la carretera y nos dijo que ella nos vigilaba las mochilas. Comimos unos noodles con verduras y pollo, un plato muy típico de la cocina asiática. A los pocos minutos de volver llegó el autobús que nos llevó finalmente a Siem Riep.
Siem Riep
Llegamos a Siem Riep pero el autobús nos dejó bastante lejos de nuestro hotel. Cogimos nuestras mochilas y subimos a un tuk tuk, para que nos llevara hasta el Angkor Pal Boutique Hotel, donde pasaríamos las próximas 4 noches. El hotel estaba en una pequeña calle de tierra y sin mucha luz, difícil de encontrar si no se sabe donde está. Después de haber pasado la última semana durmiendo en habitaciones con solo un ventilador, agradecimos y mucho dormir las próximas noches en una habitación con aire acondicionado, aunque obviamente era bastante más caro. De vez en cuando bien vale pagar por un capricho así. Hicimos el check-in y subimos a nuestra habitación a dejar nuestras pertenencias. La habitación estaba muy bien, era grande y estaba limpia. El baño también estaba muy bien, aunque como todos los baños en este país, la ducha estaba junto al retrete y sin mampara.
Habitación Siem Riep
Después de unos pocos minutos en la habitación, para coger lo necesario y dejar lo demás, salimos de nuevo a la calle. El hotel no estaba mal situado, a unos 10 minutos caminando de Pub Street, donde la mayoría de turistas van a cenar y beber. No tendríamos que caminar mucho para llegar a esta zona y el ruido no llegaba hasta nuestro hotel. Habíamos pasado la mañana prácticamente en soledad, rodeados de historia y naturaleza. En cambio, ahora estábamos en la ciudad más turística del país, llena de locales creados para el turista.
Mientras paseábamos hasta Pub Street, cada vez veíamos más aglomeración de gente y más locales. Cuando llegamos a la famosa calle vimos que todo eran restaurantes y pubs. De hecho, esta calle parece estar construida específicamente, para tener a los turistas en esta parte de la ciudad. Dimos una vuelta por ésta y otras calles de los alrededores, todas eran muy parecidas.
Siem Riep - Pub Street
Finalmente, decidimos parar en uno de los restaurantes de Pub Street a cenar algo. Pedimos un arroz frito con pollo, un plato que nos recordó al típico de cualquier restaurante chino que encontraríamos en España, y un plato de calabaza con huevo y pollo. En general estaba bastante bueno, aunque el arroz frito estaba un poco aceitoso.
Cena - Arroz frito con pollo
Cena - Calabaza con huevo y pollo
Antes de volver al hotel decidimos pasear un poco más por los alrededores y vimos algunas cosas curiosas. En una calle había gran cantidad de puestos callejeros que vendían zumos, cócteles, un tipo de helado que estiraban y enrollaban o hasta incluso uno que vendían tarántulas y serpientes fritas.
Siem Riep - Pub Street
Seguimos paseando hasta que llegamos al río y cruzamos el puente que nos llevó hasta el night market. Por ahora, no teníamos intención de comprar nada, pero fuimos mirando que había para poder comprar el último día. Cada vez que nos acercábamos a ver algo, el vendedor o vendedora se nos acercaba enseguida preguntando que queríamos comprar. Nos sentimos un poco incómodos con tanta insistencia por comprar y decidimos volver al hotel.
Siem Riep - Night market
Al día siguiente habíamos quedado con Thon, casualmente se llamaba igual que nuestro guía en Sen Monorom, para visitar los templos de Angkor. Desde España habíamos contratado sus servicios para que nos hiciera de guía en español. Esto sería lo más caro del viaje, pero sin duda, esta era la parte más importante y queríamos entender lo que íbamos a visitar. Con la emoción de ver por fin los templos de Angkor nos fuimos a dormir.
Volver al menú Camboya y Kuala Lumpur
