Día 16 (29/04/2017) - Cayo Caulker
Cayo Caulker
Despertamos con muchas ganas de ir a hacer snorkeling. Lo primero que hicimos fue ver como estaba el tiempo. Salimos al balcón y hacía bastante aire, desde aquí podíamos ver el mar y se veía un poco revuelto. Empezábamos a ver que no íbamos a poder hacer snorkel. Todavía faltaba más de una hora y el tiempo podía cambiar, había que ser positivos.
Salimos y fuimos a desayunar a La Cubana, donde habíamos quedado con Leire y Andrea. Tomamos un desayuno como el día anterior. No era un desayuno muy pesado, nos iría bien por si finalmente salíamos y el mar estaba un poco revuelto. Mientras desayunábamos estuvimos comentando que el tiempo no estaba para salir. Empezamos a buscar alternativas para pasar el día. Aunque el mar estuviese un poco revuelto, la barrera de coral hacía que en el cayo el mar estuviese más calmado. Se podían realizar algunas actividades marinas siempre que no saliésemos de la zona protegida por la barrera de coral.
Sin perder del todo la esperanza, fuimos a la agencia. Preguntamos al señor que nos había vendido el tour, él tampoco tenía muy claro si salir o no. Nos estuvo explicando que el problema era al pasar la barrera de coral, donde el mar estaba más revuelto. Por hacer se podía hacer, pero menos Leire éramos todos novatos. Hacer snorkeling tal y como estaba el mar, era bastante cansado y no se veía con mucha claridad. No era la mejor situación para salir y menos siendo la primera vez que lo hacíamos. Entre todos decidimos que era mejor no salir con la barca y nos devolvieron el dinero.
Seguía haciendo aire, aunque ahora se estaba mejor. En la zona de la playa donde habíamos estado el día anterior, el mar estaba un poco revuelto. En cambio, yendo a la otra orilla el mar estaba mejor y optamos por ir a esta otra zona. Aquí no había un pequeño dique de hormigón, había una playa muy pequeña, pero suficiente para dejar la toalla. Andrea propuso hacer kayak, en esta zona el mar estaba más tranquilo y se podía hacer. Alquilamos dos kayaks dobles y salimos a dar una vuelta.
Kayak
Kayak
Sin alejarnos mucho de la orilla, estuvimos recorriendo esta zona. Lo pasamos muy bien haciendo kayak y pudimos ver algunos animales durante el recorrido. El agua estaba muy clara y transparente, esto nos permitió ver muchos peces.
Kayak
Kayak
Fuimos a una pequeña playa privada que pertenecía a un hotel, pero que por mar se podía acceder. Aquí tenían una pequeña zona protegida con redes, donde entre las algas había unos pocos caballitos de mar. Esto era algo que entraba en el tour, por lo menos podríamos ver algo de la fauna marina.
Caballito de mar
Continuamos remando en el kayak pero si no estás acostumbrado como nosotros, es algo que cansa bastante. Habíamos contratado el kayak para una hora. Tiempo suficiente para pasarlo bien, ver algunos animales y cansarnos un poco los brazos de remar. Volvimos a la orilla y devolvimos los kayaks. Pasamos el resto de la mañana bañándonos en esta zona de la isla. El agua estaba muy clara y vimos muchas caracolas y peces.
A la hora de comer fuimos de nuevo a La Cubana, cocinaban bien y estaba bien de precio. Pedimos un plato de carne y otro de gambas. Como era habitual, ambos venían con arroz y verduras, todo cocinado al estilo beliceño. Comimos muy bien, es un buen restaurante para comer en Cayo Caulker. Nos tocó despedirnos de nuestros amigos Leire y Andrea. En un rato tenían que subir al water taxi para volver a Ciudad de Belice y de ahí a México, donde vivían.
Comida
Comida
Por nuestra parte, teníamos la tarde para acabar de disfrutar de este pequeño pedacito de paraíso. Volvimos a la zona de playa donde habíamos estado por la mañana. Estuvimos un rato tomando el sol y bañándonos. El agua seguía calmada y trasparente en esta parte de la isla, lo que permitió que pudiéramos seguir viendo peces y caracolas. En toda la orilla había pequeñas caracolas que estaban vacías, recogimos unas cuantas para llevarlas a casa.
Cayo Caulker - Playa
Cayo Caulker - Playa
Cuando nos cansamos de la playa, fuimos a dar una vuelta por la isla. Compramos algunas cosas que nos habían quedado pendientes, como unos envases pequeños de salsa Marie Sharp's, a la que nos habíamos vuelta casi adictos. Mientras hacíamos tiempo hasta la puesta de sol, volvimos a encontrarnos con Endika. Él todavía se quedaba un par de días más, pero nosotros salíamos al día siguiente por la mañana. Nos despedimos de él, lo más probable era que no volveríamos a vernos.
Antes del atardecer volvimos al hotel, dejamos las últimas compras y cogimos la cámara grande. Fuimos a buscar un buen sitio desde donde disfrutar del último atardecer que veríamos en Belice y durante este viaje. Primero pasamos por una zona que estaba un poco escondida, el paisaje era bonito, pero la vegetación tapaba bastante el horizonte y estropeaba la puesta de sol.
Atardecer
Seguimos paseando y encontramos un pequeño muelle solitario. Nos sentamos sobre las tablas de madera del éste para ver el atardecer. Mientras el sol empezaba a ponerse, pudimos ver que se veían muchos animales bajo el agua transparente, entre ellos una pequeña mantarraya y un cangrejo.
Mantarraya
Pasamos un buen rato viendo como el sol iba descendiendo, hasta llegar a tocar el horizonte marcado por el mar. Apenas quedaba luz natural, cuando decidimos que era momento de volver al hotel.
Atardecer
Atardecer
Al día siguiente finalizaba nuestro viaje de 18 días en Guatemala y Belice. Por la mañana subiríamos al water taxi, para empezar el camino de vuelta a casa. Quisimos dejar las mochilas más o menos preparadas antes de ir a cenar. Para la última cena en la isla, decidimos ir a otro restaurante y fuimos al que estaba enfrente del hotel. A diferencia de otros restaurantes a los que habíamos ido, éste estaba muy lleno de gente. Al igual que el resto, la comida estaba muy buena, aunque fue algo más caro. Sin nada más que hacer en Cayo Caulker, volvimos al hotel a descansar antes del viaje de vuelta.
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