Día 2 (12/05/2019) - Budapest

Budapest

Despertamos este segundo día en Budapest con muchas ganas de empezar a explorar la ciudad por nuestra cuenta. El día anterior habíamos tenido una primera visión rápida a los edificios más importantes de la ciudad y conocimos parte de su historia en el free tour. Teníamos pensado dedicar este segundo día para visitar la otra orilla del río, centrándonos sobre todo en la Colina de Buda.

Salimos de la habitación y fuimos a buscar un lugar donde desayunar. No muy lejos de nuestra guesthouse estaba el Café Brunch y decidimos entrar. Tenían una oferta de desayuno muy completa ideal para la caminata que teníamos pensada para hoy. El desayuno consistía en un bol de huevos rotos especiados, bollería y pan con un poco de embutido, además de zumo de naranja y café con leche. En total nos costó 7.168HUF, un poco caro para un desayuno pero había sido muy completo.

 

Desayuno en Cafe brunch

Desayuno en Café Brunch

Colina de Buda

Para llegar a la Colina de Buda se puede hacer en transporte público, pero nosotros decidimos hacerlo caminando. Teníamos poco más de 20 minutos desde donde habíamos desayunado. Sobre todo lo hacíamos porque queríamos cruzar a pie el Puente de las Cadenas, el más famoso y bonito de todos los que cruzan el Danubio a su paso por Budapest.

El Puente de las Cadenas es uno de los mayores atractivos de la ciudad. Es el puente más antiguo de Budapest y el segundo de los que cruzan el Danubio. El conde Esteban Széchenyi fue quien pagó la construcción del puente que comenzó en 1839 y finalizó el 20 de noviembre de 1849. Durante la II Guerra Mundial los nazis destruyeron todos los puentes de la ciudad y tuvo que ser reconstruido, acabando las obras el 21 de noviembre de 1949 coincidiendo con su primer centenario.

 

Puente de las cadenas

Puente de las Cadenas

 

Antes de empezar a caminar por el Puente de las Cadenas comenzamos a ver lo que nos depararían las visitas de la mañana. Desde el puente hay una vista fabulosa de la Colina de Buda con el Castillo de Buda como principal baluarte. Conforme íbamos acercándonos a la otra orilla, iban creciendo las ganas de empezar a explorar esta zona de la ciudad y recorrer sus calles.

 

Castillo de Buda 1

Castillo de Buda

 

Llegamos a la otra orilla por la plaza Adam Clark, que recibe este nombre en honor al arquitecto del Puente de las Cadenas. Lo primero que encontramos fue una estatua que hace referencia al kilómetro 0 de la ciudad. A escasos metros están las taquillas para comprar los billetes del funicular. Pagamos 2.400HUF por los dos billetes y subimos a nuestro medio de transporte para llegar a la cima de la Colina de Buda. También puede subirse caminando pero hay mucha pendiente y no queríamos cansarnos a primera hora de la mañana.

 

Kilometro 0

Kilómetro 0

 

Funicular

Funicular

Castillo de Buda

Una vez en la cima de la colina nos dirigimos hacia la zona del castillo. Antes de empezar con la visita no pudimos evitar acercarnos al muro para disfrutar de las vistas. Buda es una zona montañosa y por tanto más elevada que Pest situada en una planicie. Esto hace que las vistas que hay desde la cima sean magníficas.

 

Vistas desde Buda 2

Vistas desde el Castillo de Buda

 

A continuación nos dispusimos a visitar el Castillo de Buda, también conocido como Palacio de Buda. Éste fue construido durante el siglo XIII y remodelado por completo durante el dominio de los Habsburgo durante el siglo XVIII. Más tarde, durante el siglo XIX, Ybl Miklós y Alajos Hauszmann duplicaron la superficie que ocupaba el castillo, finalizando las obras en 1904. De este modo se convirtió en uno de los palacios más grandes de Europa. Finalmente, durante la II Guerra Mundial fue seriamente dañado y el edificio que se puede visitar hoy en día es de estilo neoclásico.

Empezamos a recorrer los jardines que rodean el castillo y así poder ver las diferentes partes del monumental edificio. El palacio es simétrico con dos alas enormes y una cúpula de bronce en el centro. Desde fuera nos pareció impresionante y el jardín con sus múltiples estatuas de bronce era muy bonito. Del interior puede visitarse el Museo del Castillo, la Galería Nacional Húngara y la Biblioteca Nacional Széchenyi. Tuvimos que recorrer parte del exterior hasta que encontramos la entrada.

 

Castillo de Buda 2

Castillo de Buda - Jardín

 

Castillo de Buda 3

Castillo de Buda - Cúpula

 

Para acceder al Museo del Castillo tuvimos que pagar 2.000HUF cada uno por la entrada. Si queríamos hacer fotos había que pagar un suplemento que optamos por no pagar. En el museo pueden verse diferentes objetos pertenecientes a la realeza húngara y de la historia del país. Al principio nos costó un poco orientarnos en el interior pero al final lo conseguimos y pudimos recorrer todas las estancias. Aprovechamos que no había mucha vigilancia para sacar un par de fotos, como la de una capilla que había en la planta inferior. En general la exposición nos pareció un poco decepcionante, sobre todo para el precio de la entrada. Valía más la pena el interior por ver la arquitectura del edificio que no por los objetos que albergaba.

 

Castillo de Buda 4

Castillo de Buda - Capilla

Colina de Buda

Salimos del recinto del castillo y nos dirigimos hacia el norte de la colina. Justo enfrente del antiguo palacio encontramos la actual residencia presidencial. El edificio era grande pero nada majestuoso, de hecho parecía un edificio militar y las entradas estaban vigiladas por soldados armados.

Recorrimos las calles de la colina hasta encontrar una de las pastelerías más famosas de Budapest. La pastelería Ruszwurm es una de las más antiguas de la ciudad y era la favorita de la emperatriz Sissi. Uno de los fuertes de la gastronomía húngara es su repostería y no dudamos en entrar a probar. En la entrada tenían una vitrina con todo el surtido expuesto, había tal variedad que era difícil elegir cual probar. Acabamos pidiendo una dobos torta, una de las más tradicionales de la ciudad, y después de probarla podemos decir que estaba muy buena. El precio por dos cafés y una porción de tarta fue de 2.645HUF.

 

Pasteleria Ruszwurm 2

Pastelería Ruszwurm – Dobos torta

Laberinto del Castillo

Después de este corto y dulce descanso fuimos a una de las visitas más oscuras de Budapest. El Laberinto del Castillo de Buda es un conjunto de túneles creados sobre la roca calcárea por efecto del agua caliente. A lo largo de la historia ha tenido multitud de usos, empezando como refugio en la prehistoria, pasando por cámara de tortura y cárcel en la Edad Media y por hospital militar, instalación secreta y bunker durante el último siglo. Hoy en día se ha reconvertido en un museo donde se exhiben una variedad de figuras.

Pagamos 3.000HUF cada uno para poder acceder a la galería subterránea. El Laberinto del Castillo es una visita diferente a cualquier otra de la ciudad. Caminamos por los túneles intentando orientarnos y poder recorrer la mayor parte posible de sus más de 1.200 metros de longitud. Durante la visita vimos zonas donde había celdas que antiguamente se usaron para encerrar a presos y hoy se utilizan para mostrar figuras de cera. También pudimos encontrar otras estatuas y decorados a lo largo de todo el recorrido.

 

Laberinto del castillo 1

Laberinto del Castillo

 

Laberinto del castillo 2

Laberinto del Castillo

 

Sin duda la parte que más nos llamó la atención fue la dedicada a Drácula. Según la leyenda aquí fue encarcelado Vlad Tepes el rey de Valaquia, actualmente una región de Rumanía, y personaje histórico en quien está basada la historia de Drácula. Esta parte del laberinto estaba llena de una niebla artificial que dificultaba la visión. Al final de esta sección había una pequeña celda donde se supone que paso una temporada Vlad Tepes y unos letreros donde se explicaba la historia de este rey del siglo XV.

Cuando salimos del Laberinto del Castillo era la hora de comer. Buscamos entre los restaurantes de la zona uno que no estuviera lleno y tuvieran menú. Acabamos entrando en el restaurante Arany Hordó Étterem muy cerca de nuestra próxima parada. Pedimos goulash de primero y pollo paprika de segunda, así probamos dos de los platos más típicos de la gastronomía húngara. Los dos estaban muy buenos y junto con la bebida y café nos cobraron 8.848HUF.

 

Comida 1

Goulash

 

Comida 2

Pollo Paprika

Iglesia de Matías y Bastión de los Pescadores

Antes de abandonar la Colina de Buda que tanto nos estaba gustando fuimos a visitar la iglesia de Matías y el Bastión de los Pescadores. Oficialmente recibe el nombre de iglesia de Nuestra Señora en honor a la Virgen María. El sobrenombre de Matías lo recibe por el rey húngaro Matías Corvino, quien restauró la iglesia en 1470. Aunque fue Béla IV quien mandó construirla y fueron varios los reyes que hicieron reformas, se le da este sobrenombre. Posteriormente fue convertida en mezquita durante casi 150 años de ocupación turca, pero reconvertida en iglesia cuando los otomanos fueron expulsados. La forma actual data del siglo XIX cuando se realizó la última restauración.

 

Iglesia de Matias 1

Iglesia de Matías - Exterior

 

Iglesia de Matias 2

Iglesia de Matías - Exterior

 

Frente a la iglesia estaban las taquillas para comprar las entradas, tanto para la iglesia de Matías como para el Bastión de los Pescadores. Pagamos entre los dos un total de 3.600HUF para visitar la iglesia y 2.000HUF para el bastión. También se podía comprar otra entrada para subir a la torre del campanario, pero ya nos parecía suficiente gasto.

Con nuestras entradas compradas fuimos a la entrada principal. El interior nos impresionó nada más entrar, en general es muy bonito y está muy bien decorado. Uno de los primeros elementos que nos llamó la atención fue el altar mayor que era toda ostentación. El techo es muy alto y las columnas son majestuosas. Las ornamentaciones que había por toda la iglesia estaban cuidadas al detalle y nos entretuvimos un buen rato recorriendo la sala principal.

 

Iglesia de Matias 5

Iglesia de Matías - Interior

 

Vimos que se podía subir a la segunda planta, donde había un pequeño museo. Lo más interesante de esta zona de la iglesia es una pequeña sala donde se encuentran las tumbas de Béla III y su esposa Ana de Antiochia. Otra de las cosas que más nos gustaron fueron las vistas del interior de la iglesia desde el balcón de la segunda planta. Después descendimos para acabar la visita y salir de nuevo a la calle.

 

Iglesia de Matias 6

Iglesia de Matías – Tumbas de Béla III y Ana de Antiochia

 

Justo al lado se encuentra el Bastión de los Pescadores. Primero pasamos junto a una estatua de bronce del rey Esteban I de Hungría para poder llegar a la entrada. El Bastión de los Pescadores es en realidad un mirador que se construyó entre 1895 y 1902 siguiendo los planos de Frigyes Schulek. A lo largo del bastión hay siete torres que representan a las siete tribus magiares que llegaron a la región y que años más tarde fundaron el país. El nombre viene dado porque en esta zona de la colina había una comunidad de pescadores durante la Edad Media, además eran los encargados de defender esta parte de la muralla.

 

Iglesia de Matias 3

Estatua del rey Esteban I

 

Se dice que desde el bastión están las mejores vistas de toda la ciudad y queríamos comprobarlo con nuestros propios ojos. La altura de la Colina de Buda y la planicie de Pest hacen que efectivamente se puedan tener unas vistas magníficas. Estuvimos un rato recorriendo el Bastión de los Pescadores y sacando un montón de fotos de las vistas. Desde aquí podía verse el Danubio, el Parlamento y la Basílica de San Esteban entre otros.

 

Vistas desde el bastion de los pescadores 1

Vistas desde el Bastión de los Pescadores

 

Vistas desde el bastion de los pescadores 3

Vistas desde el Bastión de los Pescadores

 

Descendimos por unas escaleras que parten desde el bastión. Mientras empezábamos a bajar por la calle dimos un último vistazo al Bastión de los Pescadores y la iglesia de Matías. Nos despedíamos así de la Colina de Buda que tanto nos estaba gustando y que acabaría siendo una de nuestras visitas favoritas de la ciudad.

 

Bastion de los pescadores 2

Bastión de los Pescadores

 

Decidimos descender por este lado en vez de volver al funicular porque justo al llegar abajo fuimos a parar a una estación de tranvía. Desde aquí podíamos ir hasta nuestro próximo destino ahorrándonos más de media hora a pie. Mientras esperábamos a que llegase el tranvía tuvimos una muy buena vista del Parlamento, ya que, estábamos justo enfrente del edifico más emblemático de la ciudad.

 

Parlamento desde Buda

Parlamento desde Buda

Colina Gellért

Para poder subir al tranvía tuvimos que comprar un bono de 10 viajes para utilizar en el transporte público de la ciudad. Entramos en una boca de metro cercana y en la taquilla compramos por 3.000HUF el bono que son 10 tickets individuales por validez de un viaje cada uno.

Fuimos en paralelo al Danubio poco más de cinco minutos para llegar hasta el puente de Elisabeth. Desde aquí queríamos subir hasta la Colina Gellért. Antes de empezar el ascenso nos detuvimos para ver la estatua de la reina Elisabeth que hay cerca del puente. Dedicada a Sissi emperatriz, nombrada reina de Hungría durante la época del imperio austrohúngaro. Pese a que el pueblo húngaro no estaba muy contento con el dominio austríaco, la reina era muy querida por los húngaros que le dedicaron un puente y construyeron una estatua de bronce en su nombre.

 

Estatua de Elizabeth

Estatua de Elisabeth

 

Empezamos a subir a la colina de 235 metros de altitud por un camino de tierra rodeado de vegetación. El ascenso fue un poco cansado debido a la pendiente del trayecto y tuvimos que detenernos en un par de ocasiones. Pese a esto vale mucho la pena subir hasta la cima donde hay unas vistas espectaculares. A diferencia de la Colina de Buda, la Colina Gellért es una gran zona verde con muchos árboles. Las vistas son parecidas a las de la otra colina pero desde otra perspectiva. Desde aquí pudimos ver todos los puentes que cruzan el Danubio a su paso por Budapest, la isla Margarita al fondo, el Parlamento y la Basílica de San Esteban, pero también el Castillo de Buda y el Bastión de los Pescadores.

 

Colina Gellert 3

Vistas desde la Colina Gellért

 

Continuamos el camino que discurre por la cima para llegar al otro extremo, desde donde podía verse el sur de la ciudad con los otros puentes que cruzan el río y el mercado central entre otros edificios.

 

Colina Gellert 5

Vistas desde la Colina Gellért

 

En esta zona de la cima encontramos la Estatua de la Libertad, que nada tiene que ver con la de Nueva York. Esta estatua de bronce conmemora la liberación de Hungría por parte de los soviéticos durante la II Guerra Mundial. Mide 14 metros de altura y se sitúa sobre un pedestal de 26 metros. Estuvimos un rato recorriendo la zona y disfrutando de las vistas antes de volver a descender.

 

Estatua de la libertad

Estatua de la libertad

 

Descendimos por este lado de la colina y encontramos un parque infantil con grandes toboganes, camas elásticas y otros columpios. Nos llamó la atención este parque tan grande y tan bien cuidado en la colina. Llegamos abajo justo enfrente del balneario Gellért, uno de los baños más famosos de la ciudad. Por nuestra parte no podríamos realizar esta actividad en este viaje, debido a que, nos habían recomendado que Miriam no se bañase en balnearios públicos estando embarazada.

Pest

Cruzamos por el Puente de la Libertad para llegar de nuevo a la zona de Pest. Pasamos por delante del mercado central pero al ser domingo por la tarde estaba cerrado, así que, volveríamos al día siguiente para visitarlo. Continuamos caminado y entramos en Váci Utca, la calle más importante de Budapest junto a la Avenida Andrássy. Esta calle peatonal es famosa por ser una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad y por estar llena de restaurantes que hacen que siempre haya gente. Entramos en uno de los bares, pedimos café y un kürtőskalác que teníamos muchas ganas de probar. Después de un rato y habiendo acabado el café todavía no habían traído el kürtőskalác, así que pagamos los 1.000HUF del café y nos fuimos sin probar este típico dulce húngaro.

 

Vaci utca

Váci Utca

 

Antes de llegar al hotel pasamos por la Plaza Erzsébet, también en honor a Sissi emperatriz ya que Erzsébet es Elisabeth en húngaro. La plaza está considerada como la zona verde más grande del centro de Budapest. A nosotros nos gustó mucho por su ambiente debido a que alberga una gran noria y un bar ruina, además en los alrededores hay muchos restaurantes y bares.

 

Erzsebet square

Plaza Erzsébet

 

A la hora de cenar decidimos llegar hasta el barrio judío. La tarde anterior habíamos pasado por unas galerías muy animadas llenas de locales cerca de la sinagoga y quisimos volver para probar uno de sus restaurantes. Efectivamente, el lugar estaba lleno de locales pero la mayoría eran de comida extranjera. Acabamos entrando en el Klikk Bistrobar, donde pedimos unas costillas adobadas, un filete de cerdo empanado, un agua y una cerveza. La comida estaba buena pero hemos de decir que fueron muy lentos en servirnos. La cena nos costó 8.168HUF unos 24€ al cambio así que no estuvo mal de precio.

 

Cena 1

Costillas adobadas

 

Cena 2

Filete de cerdo empanado

 

Volvimos a la guesthouse un poco cansados. El día había sido bastante ajetreado, habíamos caminado mucho y estado de un lado para otro casi sin descansar. Además, con lo que habían tardado en servirnos la cena se había hecho muy tarde. Fuimos a dormir para descansar y estar listos para las visitas del día siguiente.

 

Día 1Día 3

 

Volver al menú Hungría

 

Comparte este post en tus Redes Sociales

Utilizamos cookies propias y de terceros para realizar el análisis de la navegación de los usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener "Más información".