Día 15 (18/05/2022) - Reykjavík ➞ Barcelona
Reykjavík
Despertamos en nuestro último día en Islandia, pero todavía teníamos casi todo el día para visitar su capital. Para empezar fuimos al comedor de la casa, donde solo había una mesa aunque esta era enorme. Utilizamos la cocina para preparar el desayuno y donde la dueña había dejado café preparado para todos los huéspedes. Desayunamos compartiendo mesa con otro matrimonio y también estaba la dueña con su perro en el comedor. Estuvimos un rato hablando con la señora que era muy simpática, descubrimos que era italiana y estaba casada con un islandés. Después de desayunar volvimos a llevar todo a la camper, dejándolo todo recogido en las mochilas y la maleta grande. De este modo, después sería más rápido cuando tuviésemos que devolver la furgoneta por la tarde.
Lo primero que visitamos fue la iglesia Hallgrímskirkja que teníamos justo al lado de nuestra casa con ruedas. A esta hora estaba abierta y aprovechamos para visitar el interior. Por dentro la iglesia es muy sencilla. A diferencia de otras iglesias que estamos acostumbrados a visitar, en esta no encontramos vidrieras con imágenes de colores ni estatuas. El espacio interior era muy amplio con las paredes blancas, el techo estaba muy alto y las cristaleras eran alargadas. Ante la ausencia de decoraciones religiosas, lo que más destacaba era el gran órgano que había sobre la entrada. Es posible subir a la torre de la iglesia donde hay un mirador con una panorámica de la ciudad. El coste para subir es de 1.000ISK por persona y decidimos no subir.
Hallgrímskirkja
Hallgrímskirkja
Volvimos al exterior donde disfrutamos de nuevo de la imagen de la iglesia. Paseamos por toda la zona de los alrededores para ver el edificio desde diferentes ángulos. Hallgrímskirkja es una iglesia luterana que fue diseñada por Gudjón Samúelsson y construida entre los años 1945 y 1986. El nombre de la iglesia se debe al poeta islandés Hallgrímur Pétursson. Otra curiosidad de la iglesia, es que el arquitecto se inspiró en las columnas de basalto que hay por todo el país, como en la cascada Svartifoss. Además, con sus 74,5 metros de altura es el edificio más alto del país. La iglesia nos gustó mucho y después de sacar fotos desde varios puntos de vista, procedimos a dar una vuelta por la ciudad.
Hallgrímskirkja
Hallgrímskirkja
Fuimos por la calle Njardargata para llegar directamente hasta el parque Hljómskála. Es una de las mayores zonas verdes de la capital y un lugar muy agradable para pasear. Al acceder por el lado sur, lo primero que encontramos fue un parque infantil y tuvimos que quedarnos un buen rato para que Liam jugase. Vimos que el parque tiene varios caminos que lo cruzan y que casi todo es hierba. Aunque también hay algunos árboles, arbustos y zonas con flores.
Hljómskála Park
En la zona norte del parque encontramos el lago Tjörnin y vimos que había varias estatuas. Dentro del agua pudimos ver la estatua de una pequeña sirena. Paseando por la orilla encontramos otra estatua bastante más abstracta, eran dos personas sin rostro, aunque no supimos interpretar el significado. Pasamos unos minutos paseando alrededor del lago hasta que llegamos al extremo norte del parque.
Hljómskála Park
Hljómskála Park
Junto al lago Tjörnin, en su orilla norte, se encuentra el ayuntamiento de la ciudad. La construcción nos pareció algo curiosa para ser un edificio público. El ayuntamiento se construyó en el año 1992 y su aspecto es muy moderno. Aunque nosotros no entramos, en el interior del ayuntamiento hay un mapa 3D de Islandia. Sin embargo, más curiosa nos pareció otra estatua que había cerca de la entrada. Se trataba de una persona con maletín a la que solo se le veía la mitad inferior del cuerpo, la otra mitad parecía ser una roca.
Ayuntamiento
Ayuntamiento
Muy cerca del ayuntamiento se encuentra la catedral luterana de la capital. Nos acercamos para verla y después de haber visto Hallgrímskirkja, la catedral nos decepcionó un poco. La catedral es bastante más pequeña y sencilla que la iglesia que habíamos visto hacia un rato y que es un icono de la ciudad. Sin embargo, la catedral luterana es uno de los edificios más antiguos de la ciudad, ya que fue construida en el año 1787.
Catedral luterana
A continuación, fuimos a visitar la otra catedral de la ciudad. En esta ocasión fuimos a ver la catedral de Cristo Rey, que a diferencia de la anterior, esta es la catedral católica de toda Islandia. En 1999 fue elevada a basílica menor por el papa Juan Pablo II, consagrada a Jesucristo y al santo patrono de Islandia San Torlak. El edificio actual se construyó en el año 1929 en estilo neogótico. Solo la vimos desde fuera, donde también vimos que había una antigua campana cerca de la entrada.
Catedral de Cristo Rey
Habíamos recorrido una buena parte de la ciudad y se había hecho hora de comer. Fuimos cerca del puerto donde se encuentra el restaurante Seabaron, otro local que nos habían recomendado. Pedimos dos menús del día que constaban de sopa de marisco y una brocheta de pescado, además también pedimos otra brocheta de gambas. Estaba todo muy bueno, sobre todo la sopa de marisco que esta deliciosa.
Comida en Seabaron
Cuando fuimos a elegir mesa nos dijeron que nos sentáramos en una en concreto, porque había un rincón para que jugasen los niños. Para nuestra sorpresa el rincón al que se referían era una habitación entera que estaba llena de juguetes. Mientras comimos Liam se lo pasó en grande, tanto que hasta tuvimos que perseguirlo para que comiese, y eso que él no tiene nunca ningún problema para comer. En total la comida nos costó 7250ISK, unos 52,45€ al cambio. Teniendo en cuenta que era marisco y pescado no nos pareció caro, además Liam estuvo jugando un buen rato.
Comida en Seabaron – Sopa de marisco
Después de comer fuimos a dar una vuelta por el puerto. Esta parte de la ciudad es bastante grande y estuvimos un buen rato recorriendo este lugar. Aquí se pueden contratar excursiones para avistar ballenas, pero ya no disponíamos de tiempo para hacer un tour de este tipo. Vimos algunas cosas curiosas, como por ejemplo como limpiaban un barco de moluscos, algas y otros. No llegamos a recorrer todo el puerto, era demasiado grande y después de pasear por gran parte de la zona decidimos dar la vuelta.
Puerto
También nos habían recomendado una cafetería donde se puede comer a buen precio. Como no habíamos tomado ni postre ni café, después de dar una buena vuelta por el puerto, decidimos ir hasta el Deig para probar que tal está. Pedimos un menú que por 1.100ISK incluye un bagel, un donut que puede ser relleno y café que se puede ir rellenando tantas veces como quieras.
Después de tomar el postre y el café seguimos con la visita a la ciudad. Ya casi habíamos visto todos los lugares importantes de la ciudad, pero aun nos quedaban algunas visitas relevantes. Mientras nos dirigíamos hacia la siguiente visita, nos encontramos con algunos lugares interesantes. Por un lado, nos encontramos con una locomotora, situada en medio de una acera a modo de estatua. Por otro, pudimos ver un buque que nos llamó la atención por su tamaño. Estaba parado en el extremo del puerto que todavía no habíamos abandonado del todo.
Reykjavík
Reykjavík
Cuando abandonamos definitivamente el puerto llegamos al Harpa. Se trata de un edificio donde se dan conciertos y conferencias, además de ser la sede de la orquesta sinfónica de Islandia y de la ópera de islandesa. En realidad no teníamos ningún interés en las actividades que se daban en el interior. El motivo era ver el exterior del edificio que era muy particular. En el diseño participaron Olafur Eliasson, el estudio de arquitectura Henning Larsen y Artec Consultants. La arquitectura y diseño del edificio nos gustó mucho, así que pasamos unos cuantos minutos observándolo y sacando fotos.
Harpa
Continuando por el paseo que hay junto a la costa llegamos hasta la última visita del viaje. Llegamos hasta la escultura denominada Viajero del Sol. Se trata de una escultura con la forma del esqueleto de una barca vikinga hecha en metal. Todavía teníamos tiempo de sobra y nos quedamos un rato disfrutando de la escultura. La obra fue diseñada por Jón Gunnar Árnason y simboliza el bote de los sueños.
Viajero del Sol
Habíamos acabado con las visitas de la ciudad y todavía teníamos tiempo. Fuimos a dar una vuelta por el centro donde habíamos visto algunas tiendas de souvenires. Compramos imanes, una camiseta y algunos detalles más. Después fuimos al último lugar donde sacar una foto para el Happy Challenge, con el que conseguiríamos el 10% de descuento en el alquiler de la camper. El Baejarins Beztu Pylsur es un puesto callejero de perritos calientes, pero no uno cualquiera, es uno de los más famosos del mundo. Ya que estábamos, decidimos comprar un par de perritos para probarlos y podemos decir que la fama la tienen bien merecida.
Baejarins Beztu Pylsur
De vuelta a la furgoneta pasamos por la calle Laugavegur, una de las más turísticas de la ciudad y donde habíamos cenado la noche anterior. En esta calle encontramos una imagen genial con un paso de peatones muy largo con los colores LGTBI y con la iglesia Hallgrímskirkja al fondo. También encontramos lo que parecían ser unos carriles de una pista de atletismo pintadas en el suelo. No pudimos evitar simular que nos poníamos en la salida para que pareciese que íbamos a correr.
Laugavegur
Laugavegur
En esta misma calle, como en otros lugares de la ciudad, encontramos buenos ejemplos del street art. Pudimos ver algunos grafitis muy buenos en algunas de las fachadas de las casas de esta calle. Incluso algunas cubrían toda la fachada. Durante el viaje pudimos ver este arte callejero en algunas localidades y no dejaba de sorprendernos.
Laugavegur
Antes de abandonar la ciudad pasamos de nuevo junto a la iglesia Hallgrímskirkja, el edificio más turístico de la ciudad. No pudimos evitar detenernos unos últimos minutos para sacar algunas fotos más y disfrutar una última vez de este edificio. El viaje llegaba a su fin y nos resistíamos a irnos, sabíamos que cuando subiésemos a la camper podíamos dar el viaje por acabado.
Hallgrímskirkja
Vuelta a casa
Una vez subimos a la camper, solo nos quedó pasar por una gasolinera a llenar el depósito y limpiar el vehículo. Después teníamos que llegar a las oficinas de Happy Camper, para devolver la que había sido nuestra casa con ruedas las últimas dos semanas. Como era de esperar, cuando llegamos ya habían cerrado la oficina y llamamos a un taxi para que vinieran a buscarnos. Mientras esperábamos, bajamos todas nuestras pertenencias y dejamos las llaves en el buzón que nos habían dicho el primer día. Nos sorprendió que la taxista que nos vino a buscar condujera un Tesla, ya que es un coche bastante caro. Al llegar al aeropuerto solo quedaba facturar la maleta, pasar el control y esperar que nos llamasen para subir al avión.
Habíamos pasado dos semanas recorriendo Islandia, uno de los países que más ganas teníamos de visitar. Durante estas dos semanas dimos la vuelta a la isla con nuestra casa con ruedas, viviendo alguna que otra aventura. Pudimos ver más o menos todo lo que teníamos planificado, a excepción sobre todo de la cascada Hengifoss y hacer la excursión en Húsavik para avistar ballenas. De este modo, teníamos excusas para volver al país, además de para alguna otra atracción turística como ver auroras boreales. Pese a que nos sorprendió un temporal en el este del país, el viaje fue brutal y pudimos disfrutar de paisajes impresionantes y un buen número de cascadas fascinantes. Tuvimos algunas sorpresas como son la cascada Svartifoss y Godafoss, aunque las teníamos anotadas no nos imaginábamos que fuesen tan increíbles. También visitamos otras como Seljalandsfoss y Skógafoss, que sabíamos que serían impresionantes y cumplieron con las expectativas. Sin duda es un viaje que repetiríamos, aunque sería en otra época del año, es un viaje que recomendamos al 100%.
