Día 6 (04/04/2019) - Petra
Wadi Musa
Había llegado el día más esperado del viaje y eso que todavía nos quedaban unos cuantos. Hoy íbamos a visitar ¡¡¡Petra!!! una de las 7 maravillas del mundo. Con muchas ganas de empezar a recorrer la antigua ciudad de los nabateos y de quitarnos el mal sabor de boca del Petra By Night, bajamos a desayunar.
El desayuno era muy sencillo, había pan, algo de embutido, mantequilla, mermelada y un termo con agua caliente para tomar un té o un Nescafé. Pensamos que dentro de Petra los pocos locales que había para comer serían muy caros, de modo que, después de desayunar hicimos otros dos bocadillos para tener algo de comida. No fuimos los únicos, vimos que casi todos los huéspedes hacían lo mismo.
Salimos del hotel y paramos en un pequeño supermercado que había al lado para comprar galletas, frutos secos, una bolsa de patatas y agua. Supusimos que con esto ya no tendríamos que gastarnos dinero en ninguno de los restaurantes de Petra. Volvimos a recorrer el trayecto de ida caminando tal como habíamos hecho la noche anterior.
Petra
Cuando llegamos a la entrada eran ya las 10 de la mañana y el sol empezaba a notarse. Compramos unas gorras en una de las tiendas de souvenires que había antes de acceder al recinto. Tuvimos que regatear un poco pero acabamos comprando dos por 6JOD. Ya estábamos listos para visitar !!!Petra¡¡¡, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y una de las 7 maravillas del mundo. Para nosotros era la tercera que visitábamos, después de haber estado años atrás en el Coliseo de Roma y en Machu Picchu.
Una vez enseñados nuestros Jordan Pass empezamos a recorrer el mismo camino que la noche anterior. Bab As Siq es un sendero de unos 800 metros que va desde la entrada hasta El Siq. A la luz del día todo se veía diferente. Podíamos ver las primeras cuevas excavadas en las rocas y lo desértico que es el paisaje. Lo primero que nos llamó la atención y que no nos gustó para nada, es que tienen a caballos y burros para llevar a la gente hasta el Tesoro o incluso hasta el Monasterio. Constantemente escuchábamos como ofrecían este servicio del cual no quisimos ni saber el precio.
Bab As Siq
La noche anterior no lo habíamos visto, pero a la izquierda se encuentra el primer punto de interés. La tumba del Obelisco y el triclinio de Bab As Siq son unos edificios esculpidos directamente en la roca por los nabateos en el siglo I a.c. El primero servía como tumba y el segundo situado justo debajo como salón para banquetes. No son de los más importantes de Petra, pero ayudan para empezar a hacerse una idea de lo que se va a encontrar un poco más adelante.
Tumba del Obelisco y triclinio de Bab As Siq
El Siq
Llegamos a El Siq, el famoso desfiladero que da acceso a la ciudad perdida de los nabateos. Muchos cañones son consecuencia de la erosión del agua, en cambio, éste es una falla natural resultado de las fuerzas tectónicas. Aunque es cierto que después acabó de coger su actual forma con el paso del agua. El Siq tiene una longitud de aproximadamente un kilómetro y una altura que en los puntos más altos llega hasta los 182 metros.
Cuando llegamos a la entrada pudimos ver que quedaban restos de lo que antiguamente era un arco que daba acceso al desfiladero. En este punto había dos señores disfrazados con las armaduras de la época y a cambio de dinero te podías sacar una foto con ellos. Nosotros declinamos esta opción y empezamos a recorrer el camino.
La noche anterior pudimos ver poco más que el trayecto que había que seguir. Hoy, a la luz del día, podíamos ver lo impresionante que es este cañón natural. El Siq es una maravilla de la naturaleza y no podíamos evitar parar cada pocos pasos para sacar fotos. La formación rocosa es magnífica y también hay unos pocos árboles que destacan sobre el rosa de la piedra. A ambos lados hay unos canales esculpidos en la roca para transportar el agua hasta Petra.
El Siq
El Siq
Por el camino fuimos encontrando otras marcas del paso de los nabateos. En varios puntos hay esculturas talladas directamente en la roca, una de ellas representa a gente entrando en la ciudad tirando de carros con mercancía. Aunque no queda mucho de estas esculturas, pueden llegar a identificarse. También hay un tramo donde pueden verse restos de pavimento romano.
El Siq
Tardamos cerca de una hora en recorrer El Siq y eso que solo mide cerca de un kilómetro. Era inevitable detenerse a contemplar cada parte del recorrido, además en esta zona estábamos más frescos, alejados del sol directo. Lo mejor está justo al final. Antes de salir del desfiladero, poco a poco empieza a divisarse el Tesoro dando lugar a una de las mejores imágenes de Petra. Ver como aparece el edificio más icónico del lugar entre las paredes del cañón es impresionante.
El Siq
El Tesoro
Petra es toda la ciudad perdida de los nabateos, pero si hay un edifico que todo el mundo identifica con este lugar ese es el Tesoro. El edificio más fotografiado de Petra es el primero que se encuentra al pasar El Siq. Además, aparece como escenario de la película "Indiana Jones y la última cruzada". Este edificio directamente excavado en la roca mide 48 metros de altura y 28 metros de ancho, mandado construir durante el siglo I a.c. por el rey nabateo Aretas III.
Se lo conoce con el nombre del Tesoro, pero en realidad su origen nada tiene que ver con este nombre. Se cree que pudo utilizarse como templo o tumba real. Debido a los saqueos no se puede determinar cual fue exactamente su uso original.
El Tesoro
Si la noche anterior nos había impresionado, a la luz del día el Tesoro nos pareció increíble. No conseguíos comprender como pudieron tallar directamente en la roca hace más de 2.000 años algo tan increíble.
Como el día anterior, había muchísima gente que nos impedía disfrutar del todo del lugar. Además, había locales que te ofrecían llevarte a un lugar elevado para poder sacar fotos desde arriba. Decidimos que al día siguiente entraríamos antes a Petra para ver si de este modo había menos gente. Aun sí, por momentos los grupos grandes de turistas iban desapareciendo y conseguimos sacar algunas fotos del edificio.
El Tesoro
Aunque hay una sala en el interior, no es posible acceder. Nos tuvimos que contentar con poder verlo desde el exterior. Nos acercamos lo máximo permitido delimitado por un pequeño muro de ladrillo. Desde aquí el alto de las columnas es más impresionante y pueden verse mejor los detalles de los dibujos.
El Tesoro
La avenida de las fachadas
Pasada más de media hora decidimos que era momento de continuar recorriendo la ciudad perdida de los nabateos. Empezamos a caminar y nos sorprendió ver que había gran cantidad de puestos donde vendían todo tipo de souvenires de Petra.
A continuación venía la avenida de las fachadas, con más de 40 tumbas distribuidas a ambos lados. Estas construcciones talladas en la roca son más sencillas que el Tesoro, pero en algunas se puede acceder.
La avenida de las fachadas
La avenida de las fachadas
Recorrimos el lugar acercándonos a varias de estas peculiares tumbas. También entramos en algunas que estaban habilitadas, pero no hay nada en el interior. Como mucho, pueden verse en el suelo las marcas donde antes había alguien enterrado.
La avenida de las fachadas
Lugar elevado de los sacrificios
Antes de acabar la avenida de las fachadas había un desvío que llevaba al lugar elevado de los sacrificios. Hay dos visitas para las que es necesario invertir bastante tiempo en recorrer el camino, uno es éste y el otro es para llegar hasta el Monasterio. Lo pensamos un poco y decidimos subir hasta el lugar elevado de los sacrificios hoy y dejar el Monasterio para el día siguiente.
Empezamos a subir por el camino que había marcado. Al principio pensamos que no tardaríamos mucho en llegar, pero el recorrido no es muy sencillo y se nos hizo un poco duro. Tuvimos que parar en varias ocasiones, sobre todo Miriam que no quería forzar con el embarazo. Aunque tardamos un poco más de los esperado conseguimos llegar a la cima.
Lugar elevado de los sacrificios
El trayecto había sido más duro de lo esperado, pero las vistas merecen el esfuerzo del ascenso. Recorrimos la cima hasta el final y nos sentamos a descansar. Comimos algunas de las galletas que habíamos comprado para recuperar energías. Mientras tanto, pudimos disfrutar de unas magníficas vistas. Desde aquí veíamos parte de la avenida de las fachadas y de las tumbas reales que todavía no habíamos visitado. También había unos beduinos con su tienda que vendían té, pero a nosotros no nos apetecía.
Lugar elevado de los sacrificios - Vistas
Después de descansar unos minutos nos pusimos de nuevo en pie para recorrer la cima. Desde esta altura podía verse casi toda Petra, el centro de la ciudad, el camino por el que habíamos venido y el que deberíamos seguir al día siguiente para llegar al Monasterio. Mirásemos donde mirásemos las vistas eran increíbles y nos resistíamos a irnos.
Lugar elevado de los sacrificios - Vistas
Finalmente, decidimos que teníamos que reemprender el camino de vuelta. Antes de empezar a descender paramos un momento para ver el altar donde se hacían los sacrificios, éste estaba tallado en la piedra con un reguero para que cayera la sangre. El camino de vuelta fue más rápido que el de subida, pero había que tener cuidado ya que en algunas partes la piedra resbalaba un poco.
Lugar elevado de los sacrificios - Altar
Centro de Petra
Subir hasta el lugar elevado de los sacrificios nos había llevado mucho más tiempo del esperado. Cuando llegamos abajo era mediodía y antes de continuar buscamos una piedra donde sentarnos para comer. Sacamos los bocadillos que nos habíamos hecho por la mañana, pero vimos que el embutido se había puesto malo. No tuvimos más remedio que tirarlo y comer lo que pudimos del pan y la bolsa de patatas.
Continuamos el recorrido empezando por el teatro. Fue construido entre el 4 a.c. y el 27 d.c., bajo el reinado de Aretas IV y reformado por los romanos años más tarde. Se trata del teatro tallado directamente en la roca más grande que existe. Tiene 45 filas de asientos que podían llegar a albergar hasta 3.000 personas. A diferencia de los que vimos el primer día en Jordania, en éste no se podía acceder para subir por las graderías. Tuvimos que conformarnos con verlo desde fuera.
El teatro
Seguimos por el camino que cruzaba lo que antiguamente había sido el centro de la ciudad. Pasamos junto al ninfeo, la antigua fuente principal que abastecía la ciudad. Aquí los nabateos recogían el agua para llevarla a sus casas. En la actualidad, solo quedan unas pocas piedras que ayudan a tener una idea de la forma que tenía y un árbol de 450 años de edad que crece junto a los restos del ninfeo.
El ninfeo
En vez de seguir el camino principal, optamos por subir por otro sendero que lleva hasta la iglesia bizantina. Después de la caída del imperio romano, fueron los bizantinos quienes gobernaron en Petra. Como muestra de ello, dejaron esta iglesia en la que pueden verse restos de las columnas, el altar y varios mosaicos.
La iglesia - Mosaico
La iglesia - Altar
Al salir de la iglesia tuvimos unas buenas vistas del centro de la ciudad, gracias a la zona elevada en la que estaba construida. Entre los edificios que podían verse estaba el gran templo que visitaríamos unos minutos más tarde, pero que desde esta zona elevada podíamos ver al completo. A diferencia de los edificios del principio que estaban tallados en la roca, vimos que en el centro estaban construidos. Antes de bajar pasamos por otras ruinas, en las que todavía están trabajando para limpiar y no puede verse mucho.
El gran templo
Una vez abajo empezamos a recorrer la calle por el edificio más alejado, el Qasr al Bint. Este templo fue el más importante de todo Petra y consagrado a Dushara, el principal dios nabateo. Se construyó durante el siglo I a.c. bajo el reinado de Obodas III. Su nombre significa "Castillo de la Hija del Faraón". Debido a su estado actual no es posible acceder al interior y solo pudimos verlo desde fuera, a través de una valla metálica que lo rodea.
Qasr al Bint
Desde aquí comenzamos el camino de vuelta recorriendo la calle columnada, la principal vía de la ciudad de los nabateos. Esta calle de estilo romano con columnas a ambos lados atraviesa el corazón de la ciudad de Petra. Grandes losas cubren el suelo solo en el tramo que discurre por el centro de la ciudad. Esto resalta la importancia que tenía esta zona para los nabateos, donde se congregaba la mayor parte de la población para la vida cotidiana, como ir al mercado entre otras cosas.
La calle columnada
El principal edificio de esta parte de la ciudad es el gran templo, que ya habíamos visto desde la iglesia bizantina y que ahora nos disponíamos a recorrer. Hay unas escaleras que llevan a una zona abierta con columnas que la rodean. Otras escaleras llevan al nivel superior, Miriam estaba cansada y decidió quedarse en el primer nivel. Sergio subió solo al segundo nivel donde hay muchas más columnas y seguramente había varias estancias delimitadas por estas.
El gran templo
El gran templo
Al bajar al primer nivel Miriam estaba hablando con una niña beduina, le había pedido comida y estaba alucinando con el trípode de la cámara. No habíamos traído mucha cosa para comer y nosotros apenas habíamos comido. Revisamos en la mochila y solo llevábamos un paquete de galletas que dimos a la niña y nos dio las gracias. Nos sacamos unas fotos con ella antes de despedirnos y pedirle que nos devolviera el trípode que tanto le había gustado.
El gran templo
Petra
Llevábamos varias horas caminando y no habíamos comido mucho. Estábamos cansados y volvimos a la entrada dejando algunas visitas para el día siguiente. Al llegar al Tesoro había menos gente que cuando habíamos llegado por la mañana. Encontramos a unas chicas españolas y les pedimos que nos sacaran unas fotos aprovechando que ahora estaba más despejado.
El Tesoro
La vuelta por El Siq fue mucho más rápida que la ida, aun así no pudimos evitar hacer algunas paradas. Aprovechando que había mucha menos gente, sacamos la foto desde El Siq con parte del Tesoro de fondo y algunas más por el camino. El último tramo hasta la zona de taquillas se nos hizo un poco largo, el hambre y el cansancio estaban haciendo mella.
El Siq
El Siq
Eran cerca de las 5 de la tarde y en la zona de la entrada de Petra hay tiendas de souvenires y un par de restaurantes. Decidimos comer algo aunque sabíamos que nos iba a salir caro. Pedimos una pizza de shawarma y dos zumos naturales. Estaba muy buena y más con el hambre que teníamos. Como esperábamos nos salió muy caro, pagamos 32,4JOD que son unos 40€ al cambio.
Wadi Musa
Después de reponer fuerzas y viendo lo que nos habíamos gastado en la comida-merienda, decidimos subir la cuesta hasta el centro de Wadi Musa caminando. Durante la subida vimos como había un poco de tráfico. Un autobús tuvo que parar en mitad de la cuesta después no podía subir, tuvo que quemar embrague y tras varios intentos lo consiguió. Esto demuestra lo empinada que es la cuesta que lleva de la entrada de Petra al centro de Wadi Musa.
Fuimos al hotel a descansar un rato y refrescarnos con una ducha. Cuando el sol estaba cayendo volvimos a la calle y fuimos a dar una vuelta por los alrededores. Entramos en una tienda de souvenires para comparar precios con los de las tiendas de Petra, en la ciudad antigua de los nabateos estaban mucho mejor de precio. El señor de la tienda nos dijo que éramos sus primeros clientes del día y acabamos comprando unos imanes por 2JOD. También volvimos al super que había cerca del hotel para comprar agua y algo de comida por 5,25JOD.
Para cenar teníamos algunas recomendaciones de otros blogs y finalmente nos decantamos por el Beit Al-Barakah restaurant que estaba junto al hotel. Pedimos unos espaguetis como comida internacional y un maqlouba, un plato tradicional jordano. La elección del restaurante había sido todo un acierto, la comida estaba muy buena y el servicio era excelente. Cuando acabamos de cenar nos trajeron sin pedirlo unos baklavas. En este lugar siempre invitan a este típico postre de la cocina árabe. En total la cena nos costó 16JOD, muy bien de precio y más teniendo en cuenta lo que nos había costado la pizza de la comida.
Cena - Maqlouba
Cena - Baklava
Había sido un día muy largo y necesitábamos descansar. Habíamos visitado gran parte de una de las 7 maravillas del mundo y al día siguiente volveríamos para acabar con las visitas. Con una mezcla de cansancio y emoción nos fuimos a dormir para descansar y estar a tope para el día siguiente.
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