Día 3 (05/12/2022) - Baden-Baden ➞ Abadía de Todos los Santos ➞ Baden-Baden

Baden-Baden

Despertamos pronto para poder hacer todas las visitas que teníamos previstas para el día de hoy. Para empezar fuimos a comprar algo de pan a una gasolinera que había cerca del apartamento. Como tenían pretzels decidimos comprar también un par. Habíamos traído embutido de casa, así que junto con el pan y los pretzels ya teníamos suficiente para desayunar. Para hoy queríamos hacer las visitas que nos quedamos cerca de Baden-Baden, además de la propia ciudad.

Abadía de Todos los Santos

Decidimos empezar por la visita que se encontraba más alejada. De este modo, condujimos aproximadamente una hora para llegar hasta la abadía de Todos los Santos. Para llegar condujimos por una carretera secundaria, donde el último tramo estaba lleno de curvas y con algo de niebla. Nos habíamos adentrado bastante en el bosque y comprendimos porque a la región se le denominaba Selva Negra.

Dejamos el coche en un parking gratuito que hay a las afueras del pueblo. Apenas tuvimos que caminar unos pocos metros para llegar a la abadía de Todos los Santos, o mejor dicho, a las ruinas de esta antigua abadía. Cuenta la leyenda que en el año 1192 la duquesa Uta de Schauenburg quería construir un monasterio en memoria de su esposo Welf IV. Para ello ató una bolsa de oro a un burro y lo puso a caminar, cuando la bolsa cayó Uta mandó construir una capilla en ese lugar. En los años siguientes el edificio fue ampliándose hasta convertirse en un monasterio premonstratense. En 1657 se elevó su categoría a la de abadía, pero en 1804 un rayo provocó un incendio que la destruyó.

 

Abadía de Todos los Santos

Abadía de Todos los Santos

 

En primer lugar, contemplamos el edifico desde la altura que nos brindaba la carretera que venía desde el parking. Después de disfrutar unos minutos de la vista, decidimos bajar para recorrer el interior del edificio. De la abadía original se conservaban muchas de sus columnas y gran parte de las paredes. Aunque fue destruida en gran medida, una vez en medio de estas ruinas pudimos comprobar que fue realmente grande. Recorrimos lo que en su día fueron las diferentes estancias y salimos por el otro extremo.

 

Abadía de Todos los Santos

Abadía de Todos los Santos

 

Abadía de Todos los Santos

Abadía de Todos los Santos

 

No acababa aquí la visita a este lugar, porque la abadía no era el único punto de interés en este pueblo de la Selva Negra. Hay un camino que cruza el bosque y llega hasta otro parking. Este trayecto discurre junto al río pasando por unas cascadas, conocidas como cascadas de Todos los Santos. Lo primero que vimos entre la abadía y el camino que lleva a las cascadas, fue una zona donde hay unas fuentes. Estas parecen estar fuera de uso, por lo menos en esta época del año, aunque eso no impidió que nos detuviéramos unos minutos. A Liam le encantó esta zona y jugó unos minutos lanzando piedras al agua que había en las fuentes.

 

Abadía de Todos los Santos

Abadía de Todos los Santos

 

A continuación, nos dispusimos a recorrer el camino que lleva a las cascadas. Está muy bien acondicionado y el paseo es muy agradable, además de ser muy sencillo. Al pasar junto al río, Liam quiso seguir jugando a lanzar piedras al agua, con lo que tardamos más de lo esperado en recorrer este trayecto.

 

Cascada de Todos los Santos

Cascada de Todos los Santos

 

Finalmente, llegamos a la primera cascada y vimos que a partir de aquí el camino continuaba bajando unas cuantas escaleras. Nos detuvimos unos minutos en la primera de las cascadas y después de contemplarla un rato, seguimos para la segunda. A los pocos minutos, vimos que las cascadas no son muy grandes y habiendo visto dos o tres ya teníamos suficiente. Decidimos dar la vuelta, pero Liam quería seguir bajando escaleras y viendo cascadas.

 

Cascada de Todos los Santos

Cascada de Todos los Santos

 

Seguimos el camino marcado mientras íbamos viendo las diferentes cascadas de Todos los Santos. Nos sorprendió que Liam quisiese seguir caminando, pero no quisimos cortarle la emoción que tenía de ir viendo cascadas. De este modo llegamos hasta el final del trayecto. Después de la última cascada, el camino sigue unos pocos metros hasta otro parking. Después solo nos quedó desandar el camino subiendo todas las escaleras que antes habíamos descendido.

 

Cascada de Todos los Santos

Cascada de Todos los Santos

Sasbachwalden

La segunda parada en nuestro trayecto de hoy fue en el pueblo de Sasbachwalden, considerado como uno de los pueblos más bonitos de Alemania. La intención era dar una vuelta por el pueblo, visitar su mercado navideño y buscar algún restaurante donde comer. La primera sorpresa que nos encontramos fue ver que no había ningún mercado navideño, por lo menos en estas fechas. Vimos que tenían una zona habilitada, pero para montar el mercado para más adelante.

El pueblo está construido en una zona montañosa y tuvimos que aparcar en la zona alta del pueblo. Empezar a descender por la calle principal y así ir viendo el pueblo. Las casas eran las típicas de esta zona y el pueblo era bonito, aunque no estamos seguros que sea tanto como para uno de los más bonitos del país. Aunque no hubiera mercado, encontramos algunos decorados navideños. A Liam le gustó mucho uno que había en un pequeño jardín, donde había figuras de montones de animales.

 

Sasbachwalden

Sasbachwalden

 

Sasbachwalden

Sasbachwalden

 

Después de unos minutos caminando y ver que todos los establecimientos estaban cerrados, fuimos a la plaza de la iglesia. Al llegar vimos que desde aquí había unas buenas vistas de los alrededores. Aunque vimos que ni siquiera en la plaza principal del pueblo había ningún local abierto. Empezaba a ser tarde para comer en Alemania y decidimos volver al coche. De camino pasamos por un pesebre con figuras grandes y Liam quiso que nos acercáramos para verlo de cerca. Las figuras eran prácticamente igual de grandes que él y eso le hizo mucha gracia.

 

Sasbachwalden

Sasbachwalden

 

Sasbachwalden

Sasbachwalden

 

A los pocos minutos empezamos a conducir de vuelta a Baden-Baden. Por el camino pasamos por un pequeño pueblo y de casualidad vimos un restaurante asiático que estaba abierto. No nos lo pensamos mucho y decidimos para para comer. Eran más de la una del mediodía y siendo Alemania si nos entreteníamos en buscar otro restaurante estarían todos cerrados. De este modo comimos en un restaurante asiático en plena Selva Negra.

Baden-Baden

Después de comer volvimos a Baden-Baden. En esta ocasión nos dispusimos a visitar una de las ciudades que más ganas teníamos de ver de la Selva Negra. Hasta el momento solo habíamos estado para cenar y dormir, pero ahora tendríamos toda la tarde para poder recorrer sus calles y especialmente su mercado navideño. Aparcamos directamente en el parking del casino, que se encuentra justo debajo de la zona del mercado. Al salir lo hicimos frente al mercado navideño y desde aquí pudimos ver algunos de sus puestos con comida y decoraciones. Había un pequeño tiovivo y una pequeña noria, donde Liam se subió en esta última.

 

Baden-Baden

Baden-Baden – Mercado navideño

 

Baden-Baden

Baden-Baden – Mercado navideño

 

Por ahora no visitaríamos el mercado y fuimos en dirección contraria. La intención era recorrer primero otras calles de la ciudad, dejando el mercado para más tarde y así cenar en algunos de sus múltiples puestos de comida. Empezamos por acercarnos hasta Leopoldsplatz, una gran plaza donde hay una fuente y desde la cual parte una gran avenida. Vimos que había decoraciones navideñas a lo largo de las calles circundantes y empezamos a callejear.

 

Baden-Baden

Baden-Baden - Leopoldsplatz

 

Íbamos paseando sin un rumbo concreto cuando empezamos a escuchar música, la cual nos llevó hasta la calle Gernsbacher. Concretamente frente al restaurante Löwenbräu, seguramente el local con la mejor decoración navideña de toda la ciudad. Además de todas las decoraciones que tenía, en el segundo piso tenían un conjunto de muñecos que se movían al son de la música. Un auténtico espectáculo que hacía que todos los turistas nos detuviéramos un rato para contemplarlo. Por si fuera poco, se podía acceder por una de sus entradas donde tenían todavía más decorados, incluso un pequeño trono donde al sentarse sonaba un villancico. En la misma calle había otros locales decorados y un gran árbol de Navidad.

 

Baden-Baden

Baden-Baden – Restaurante Löwenbräu

 

Baden-Baden

Baden-Baden – Calle Gernsbacher

 

Pasamos bastante rato en esta calle, a los tres nos gustó mucho y especialmente a Liam. Cuando conseguimos continuar, fuimos callejeando y empezamos a subir por algunas calles con cuestas, hasta llegar la cima de una pequeña colina donde nos encontramos con la colegiata de San Pedro. Vimos que empezaba a oscurecer y decidimos dar media vuelta en dirección al mercado. De camino paramos a tomar un café en Leopoldsplatz. Antes de entrar al mercado vimos un edificio que nos llamó la atención. Se trataba del teatro de Baden-Baden, que al igual que el ayuntamiento de Gengenbach, encendían la luz de una ventana por cada día como si se tratase de un calendario de adviento.

 

Baden-Baden

Baden-Baden - Teatro

 

A continuación, nos dispusimos a recorrer el mercado de Baden-Baden. A diferencia del primer día, hoy tendríamos tiempo de pasear tranquilamente y ver la gran cantidad de puestos navideños del mercado. Había puestos de comida y bebida como habíamos visto la primera noche, pero también había de todo tipo de decorados navideños, bisutería y dulces entre otros.

 

Baden-Baden

Baden-Baden – Mercado navideño

 

Cuando llevábamos unos minutos recorriendo el mercado nos sorprendimos al ver un concierto en directo. Había un escenario en la zona central del mercado, con un grupo de versiones cantando canciones de las décadas de los 70, 80 y 90. La mayoría eran canciones conocidas de pop y rock que nos gustaban mucho. Incluso Liam que no las conocía le gustaban y se puso a bailar. Aprovechamos que en uno de los puestos de al lado vendían glühwein para probar esta bebida típica de esta época. Como su propio nombre indica, es un vino caliente que además está especiado dándole un punto dulce. Además, de paso sumábamos una nueva taza navideña de la Selva Negra a nuestra colección.

 

Baden-Baden

Baden-Baden - Concierto

 

Baden-Baden

Baden-Baden - Glühwein

 

Al rato decidimos acabar de dar una vuelta por el mercado. Empezamos por una zona que vimos de paso la primera noche. Era una parte cubierta donde había montones de vitrinas, en cada una de ellas había un pesebre diferente. Todos eran muy originales, los había dentro de un ánfora, otra donde los personajes parecían ser de los Andes o dentro de un barril, entre otros. También había un gran árbol de Navidad con las luces conectadas a una bici. Era posible subirse a la bici y pedalear un poco para encender las luces, algo que hicimos para probarlo.

 

Baden-Baden

Baden-Baden - Pesebre

 

Baden-Baden

Baden-Baden - Pesebre

 

Empezaba a hacerse tarde y acabamos de dar la vuelta por el mercado mientras buscábamos donde cenar. Había zonas muy curiosas, como una donde había unas grandes burbujas con una mesa dentro y donde se podía cenar o tomar algo. También encontramos un trineo de Papa Noel y donde se podía subir para sacar fotos.

 

Baden-Baden

Baden-Baden – Mercado navideño

 

Finalmente, llegamos a una zona del mercado donde había montones de puestos de comida. Estuvimos recorriendo varios porque Liam quería cenar pizza. Encontramos varios puestos donde hacían flammkuchen, algo que ya habíamos probado dos años atrás en nuestro viaje a la Alsacia, y es muy parecido a una pizza. Pedimos dos flammkuchen para repartirnos entre los tres. Cuando acabamos de cenar Liam ya tenía sueño y volvimos al coche. Durante el camino de vuelta nos detuvimos a comprar unos pinchos de fruta bañada en chocolate. Era algo que nos había llamado la atención desde el primer día y queríamos probarlos.

 

Cena

Cena - Flammkuchen

 

Cena

Cena – Fruta bañada en chocolate

 

Cuando llegamos al apartamento comimos el postre que acabábamos de comprar en el mercado. La fruta bañada en chocolate estaba muy buena. Después Liam se fue a dormir y nosotros dejamos preparadas las maletas. Al día siguiente tocaba moverse a otra zona de la Selva Negra y cambiar de alojamiento.

 

Día 2Día 4

 

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