Día 3 (27/10/2020) - Teror ➞ Firgas ➞ Arucas
Bahía Feliz
Cuando preparamos el viaje a Gran Canaria lo hicimos repartiendo los pueblos en los diferentes días pero sin seguir un orden en concreto. Al alojarnos toda la semana en el mismo lugar podíamos decidir cada día que grupo de pueblos visitar. Para hoy teníamos ganas de ir a algún lugar con playa, ya que el día anterior habíamos estado en zona de montaña y con muchas visitas. Lamentablemente, cuando nos despertamos vimos que el día estaba muy nublado. De modo que decidimos ir a otros pueblos del interior y dejar los pueblos de playa para otro día. Por este motivo las visitas de hoy serían los pueblos de Teror, Firgas y Arucas.
Teror
Después de desayunar en el apartamento y coger las cosas para pasar el día, subimos al coche y nos pusimos en dirección al norte de la isla. Conforme íbamos acercándonos a la zona que queríamos visitar el cielo fue poniéndose más negro y empezó a llover.
Al llegar al pueblo de Teror llovía un poco y tuvimos que dejar el coche en un parking a las afueras del pueblo. Con paraguas en mano caminamos unos pocos minutos para llegar al centro, donde entramos en un bar a tomar un café. En el alojamiento no podíamos tomar ningún café y queríamos hacer un poco de tiempo por si paraba de llover. Estuvimos unos minutos dentro del bar y cuando salimos ya no llovía, habíamos tenido suerte y podríamos visitar el pueblo con más tranquilidad.
Fuimos caminando por la calle Real de la Plaza, una de las principales del casco antiguo de Teror. Aquí encontramos una oficina de turismo y entramos a preguntar algunas dudas que teníamos para las visitas de esta zona de la isla. A continuación, solo tuvimos que caminar unos metros para llegar a la Basílica de Nuestra Señora del Pino, una de las principales visitas del pueblo. El exterior de la iglesia es bonito y decidimos entrar para comprobar que el interior también es interesante y hemos de decir que vale la pena.
Teror – Basílica de Nuestra Señora del Pino
Continuamos paseando por uno de los laterales de la basílica para llegar a la plaza de la Alameda. Aquí nos encontramos de frente el Palacio Episcopal de Teror y a la derecha el edificio del ayuntamiento del pueblo. Pasamos unos minutos recorriendo la plaza, mientras vimos los diferentes edificios de los alrededores desde fuera. También había algunas estatuas en la plaza con las que nos entretuvimos un rato.
Teror - Ayuntamiento
Antes de volver a la calle principal pasamos por la plaza de Teresa de Bolívar. Aquí no encontramos a nadie y pudimos estar un rato en total tranquilidad. El paseo por el pueblo había sido muy agradable y es muy recomendable hacer una parada en Teror. Volvimos al coche por la misma calle que habíamos llegado y fijándonos en los balcones típicos canarios que había en las casas.
Teror – Plaza de Teresa Bolívar
Teror
Firgas
La siguiente parada que hicimos fue en el pueblo de Firgas. Antes de llegar hicimos una parada en el mirador de las Pellas. Desde aquí pudimos ver parte de la costa norte de la isla y algunos de sus pueblos. Incluso pudimos ver Las Palmas de Gran Canaria, que visitaríamos otro día durante nuestro viaje.
Mirador de las Pellas
Una vez llegamos a Firgas dejamos el coche en un parking gratuito que hay a la entrada del pueblo. Empezamos a pasear y llegamos al monumento al ganadero, una estatua que hay en un parque, donde se ve a un ganadero con una vaca. Junto al parque también hay un molino de agua, pero había muchas escaleras y llevábamos el carro de Liam, así que decidimos seguir con el paseo.
Firgas – Monumento al ganadero
A continuación, fuimos a la visita principal de Firgas, el paseo de Gran Canaria. Se trata de una calle divida por una fuente que discurre en forma de escalera en la parte central. Lo más interesante está en el muro de la derecha, si vamos de abajo a arriba. En esta pared hay 21 bancos y sobre cada uno de ellos está el escudo heráldico de cada uno de los municipios de la isla.
Firgas – Paseo de Gran Canaria
Subimos por el paseo de Gran Canaria para llegar al paseo de Canarias. En esta segunda calle peatonal nos sorprendió ver como había esculpidas en el suelo las siete islas que conforman el archipiélago canario. Cada una de ellas está en relieve y aparece el nombre, el escudo, la superficie, la altitud máxima y la población. Sin duda, son dos paseos que valen mucho la pena visitar y que fueron unas de las mayores sorpresas de nuestro viaje. Mientras visitábamos la calle, vimos que había una reportera y un cámara haciendo un reportaje del pueblo.
Firgas – Paseo de Canarias
Entre los dos paseos se encuentra la plaza de San Roque, donde se halla una iglesia con el mismo nombre. Dimos una vuelta alrededor de la iglesia y descubrimos un mirador, desde el cual podía verse más o menos lo mismo que desde el mirador de las Pellas. En uno de los laterales de la plaza encontramos la acequia real, un pequeño canal de agua donde estaba la figura de unas manos limpiando una prenda de ropa.
Firgas – Acequia real
Sin darnos cuenta se había hecho la hora de comer. Estuvimos buscando unos minutos y acabamos por entrar en el restaurante Rincón de Marcos, uno de los que habíamos leído buenas críticas. Pedimos para compartir media ración de croquetas, ropa vieja y pollo en salsa de berros. Todo estaba muy bueno y en especial nos gustó mucho la ropa vieja, un plato típico canario hecho a base de garbanzos, cebolla, pimiento, tomate y pollo. Junto con la bebida, café y postre, pagamos un total de 26,30€. Además de comer muy bien habíamos comido a buen precio.
Restaurante Rincón de Marcos - Ropa vieja
Restaurante Rincón de Marcos - Pollo en salsa de berros
Mientras comíamos entraron en el restaurante la reportera y el cámara que estaban haciendo el reportaje en el paseo de Gran Canaria. Grabaron unos segundos dentro del restaurante, junto con la camarera explicando las especialidades del local y se quedaron a comer. Por nuestra parte, acabamos de comer y volvimos al coche para continuar con las visitas del día.
Tilos de Moya
Para llegar a nuestra siguiente parada tuvimos que bordear el barranco de Azuaje. La carretera discurría junto a la montaña y no era muy ancha. No se podía circular a mucha velocidad y tardamos más de media hora en llegar a nuestro destino. Por suerte, las vistas de esta carretera hacían el viaje fuera más ameno.
Barranco de Azuaje
Llegamos a los Tilos de Moya y tuvimos que aparcar un poco justos en un lateral. No hay muchas plazas de estacionamiento por lo que es buena idea ir temprano. Empezamos el recorrido por el camino marcado. El paseo es muy agradable y trascurre por una zona boscosa junto a una estrecha carretera. El recorrido es circular y la primera parte tiene una pendiente muy suave que apenas se nota.
Tilos de Moya
Cuando llegamos a la zona más alejada del parking, tuvimos que cruzar la carretera. Desde aquí llegamos al camino que hay al otro lado y continuamos paseando por el bosque. Antes de volver al parking, vimos que habíamos subido bastante y hacia el final encontramos una bajada bastante pronunciada. El paseo nos pareció muy agradable y para nada complicado. Estuvimos algo más de una hora desde que dejamos al coche hasta que volvimos al parking para continuar con el recorrido de hoy.
Tilos de Moya
Arucas
Hicimos la última parada del día en el pueblo de Arucas. Llegamos cuando quedaba menos de una hora de luz, con lo que tendríamos que hacer una visita rápida. Fuimos directos a visitar la iglesia de San Juan Bautista, la mejor visita de este pueblo. El templo empezó a construirse a principios del siglo XX, pero no se terminó hasta la década de los 80. La arquitectura del edificio es espectacular, tanto que se la conoce como la catedral de Arucas, aunque en realidad es una iglesia. A nosotros nos pareció un edificio muy bonito y una visita interesante.
Arucas – Iglesia de San Juan Bautista
Arucas – Iglesia de San Juan Bautista
Aprovechamos para dar una vuelta por el pueblo y acabamos llegando al parque municipal, una zona verde muy grande donde hay un paseo para recorrerlo y ver árboles, plantas y flores. En el interior también encontramos un parque infantil y dejamos que Liam disfrutara un rato jugando. Cuando vimos que empezaba a anochecer volvimos al coche y nos pusimos en dirección al apartamento.
Maspalomas
Hicimos una parada rápida en el apartamento y después fuimos a Maspalomas a cenar. Es uno de los pueblos más turísticos de la isla y se encuentra a poco más de diez minutos en coche desde nuestro alojamiento. Cuando llegamos, vimos que debido a la situación que se vivía este año con el coronavirus no había mucha gente por la calle. Muchos de los establecimientos estaban cerrados, aunque muchos otros seguían abiertos. Dimos una vuelta por una calle que vimos con varios locales hasta que nos decidimos por uno.
Entramos en el restaurante Mundo. Vimos que la carta que tenían en la entrada tenía buena pinta, aunque no era lo más económico. El camarero era muy simpático y Liam se rio mucho con él durante toda la cena, hasta se lo llevó a ver la cocina. Para cenar pedimos pasta con verduritas para Liam, pasta al pesto y curry de verduras con arroz. Estaba todo muy bueno y no descartábamos volver en los días que nos quedaban de viaje. Con las bebidas pagamos en total 35,8€, así que tampoco nos había salido nada caro.
Cena en el restaurante Mundo - Pasta al pesto
Cena en el restaurante Mundo – Curry de verduras con arroz
Volvimos al apartamento y nos dispusimos a descansar. Al día siguiente esperábamos tener más suerte que hoy con el tiempo. Queríamos pasar un día en algunos pueblos de playa, pero para eso necesitábamos que hiciera buen día.
