Día 5 (29/10/2020) - Inagua ➞ Tasarte
Bahía Feliz
De nuevo volvimos a mirar el cielo nada más despertar. Hoy por fin parecía que íbamos a tener un día soleado y podríamos aprovechar para ir a alguna playa. Habíamos leído buenas críticas de Tasarte, donde suelen ir los locales y no está llena de turistas como las de Maspalomas. De camino también aprovecharíamos para pasar por la reserva natural integral de Inagua. Desayunamos y salimos dispuestos a recorrer esta zona del sur de la isla.
Reserva natural integral de Inagua
El trayecto hasta Mogán fue bastante rápido, pero a partir de ahí la carretera empezó a llenarse de curvas y cuestas, con lo que el último tramo fue muy lento. De camino a Tasarte teníamos que cruzar parte de la reserva natural integral de Inagua y quisimos aprovechar para visitar algo de este parque. La zona está formada por los pinares de Inagua, Ojeda y Pajonales.
Nos desviamos un poco de la carretera principal y llegamos a uno de los miradores de la reserva natural. Las vistas desde arriba son fascinantes, una combinación de vegetación y montañas con un pequeño lago. El parque es muy grande y no teníamos tiempo para recorrerlo, nos conformamos con ver esta pequeña parte.
Mirador de Inagua
Deshicimos la última parte del camino que habíamos hecho para llegar al mirador y continuamos hasta Tastarte. Esta carretera también está llena de curvas y tardamos mucho en recorrerlo. Teníamos que cruzar gran parte de la reserva natural. Durante el trayecto también pudimos disfrutar de un fenómeno geológico, los azulejos de Inagua. Debido al movimiento de tierras producido por terremotos y erupciones volcánicas, salieron a la superficie partes de roca que son de un material de un color azulado. Es una parada obligatoria si se va por esta carretera que lleva de Mogán a Tasarte.
Azulejos de Inagua
Azulejos de Inagua
Tasarte
La parada en el mirador de Inagua y la carretera llena de curvas nos habían llevado casi toda la mañana. Cuando llegamos a la playa de Tasarte era mediodía y decidimos ir directos al único restaurante que hay en este lugar. El restaurante Oliva no tiene una carta muy extensa, pero lo que tienen está muy bueno. El establecimiento está en primera línea de mar, tanto que cuando las olas rompen en la roca salpican en la mesa. Pedimos unas papas con mojo picón, un pescado a la plancha y calamares a la romana. Junto con las bebidas y helados de postre pagamos un total de 38,68€.
Restaurante Oliva - Papas con mojo picón
Restaurante Oliva - Calamares a la romana
Después de comer fuimos a ver la playa. Tal como habíamos visto frente al restaurante, la costa estaba formada por piedras negras. No había nada de arena y nos pareció muy complicado quedarnos en esta playa yendo con Liam. Decidimos dar una pequeña vuelta ya que el entorno bien merecía unos minutos para disfrutarlos. Aunque hoy hacía buen día no habíamos tenido suerte eligiendo la playa. Pensamos que lo mejor era volver cerca del hotel para aprovechar las últimas horas de sol de hoy.
Playa de Tasarte
Playa de Tasarte
Bahía Feliz
Tardamos cerca de dos horas en llegar al apartamento. Tal como nos había pasado a la ida, a la vuelta las curvas de la carretera hicieron que fuéramos bastante lentos. Cuando llegamos todavía quedaban un par de horas de sol y quisimos aprovecharlas bajando a la piscina del hotel. Había un total de tres piscinas y una de ellas era para niños. Fuimos con Liam a ésta última para que pudiese disfrutar un rato del agua que tanto le gusta. Pasamos un buen rato disfrutando de la piscina. Cuando vimos que empezaba a caer el sol salimos del agua y fuimos a ver la playa que se encuentra frente al hotel. Ésta estaba bastante mejor que la que habíamos visto por la mañana, también había una zona de rocas y piedra pero también tenía arena. Nos lo apuntábamos por si en los días que quedaban teníamos ocasión de bañarnos.
Playa de Bahía Feliz
Maspalomas
Hoy habíamos acabado pronto las visitas y teníamos un rato antes de la cena. Decidimos acercarnos hasta Maspalomas para visitar una de sus zonas más turísticas. La playa del Inglés es la más turística de Maspalomas, pero en la recepción de nuestro alojamiento nos habían recomendado ir a cenar a la zona de Meloneras.
Cuando llegamos a esta parte de Maspalomas nos sorprendió ver tantos complejos turísticos, centros comerciales y hasta casinos. Había muchos edificios iluminados y todo estaba claramente dedicado al turismo. Por desgracia, este año debido a la pandemia las calles estaban prácticamente desiertas. Aparcamos cerca de la playa para dar un paseo. Vimos que había muchos restaurantes y hasta una zona comercial. Llegamos hasta el faro y seguimos un poco más adelante, donde vimos que a partir de aquí estaban casi todos los locales cerrados.
Faro de Maspalomas
En la zona de la playa los restaurantes eran algo caros y decidimos ir un poco más para el interior. Subimos de nuevo al coche y pasamos frente a otro lugar donde también había unos pocos restaurantes. Decidimos echar un vistazo y acabamos entrando a cenar en el restaurante Bandera. Estuvimos los tres solos durante casi toda la cena, solo poco antes de irnos llego gente a otra mesa.
En este local tenían varias tapas y decidimos pedir algunas para compartir. Pedimos un gazpacho, una tapa de salteado de verduras, una tapa de queso frito, una tapa de ropa vieja y una tapa de gofio. Estaba todo muy bueno y probamos por primera vez el queso frito y el gofio, dos platos típicos de Canarias. Habíamos acertado completamente con la elección del restaurante, estaba todo muy bueno y la cena nos costó en total 37€.
Cena en Bandera - Gofio
Cena en Bandera - Ropa vieja
Volvimos al apartamento para descansar. Al día siguiente queríamos ir al otro extremo de la isla y pasaríamos varias horas en el coche. Esperábamos que al día siguiente hiciera sol como había hecho durante el día de hoy.
